7. Usa tus manos
Mezcla suavemente con las manos limpias. No sobretrabajes la carne. Para formar las albóndigas, engrasa tus manos con aceite o agua para evitar que se pegue la mezcla.
8. El tamaño cuenta
Hazlas pequeñas si van en sopa, medianas (3-4 cm) para acompañar pasta. Ajusta el tamaño según el plato para mejorar la presentación y cocción.
9. Dorar antes de sumergir
Puedes cocinarlas directamente en la salsa, pero dorarlas antes (en sartén o al horno) realza su sabor y textura.
Conclusión
El verdadero secreto de las albóndigas caseras es la combinación de tiempo, paciencia y una buena salsa. Cocínalas a fuego lento y deja que los aromas llenen tu hogar. Una receta sencilla que guarda toda la magia de las comidas familiares.
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