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Bocados sencillos de queso con mantequilla y ajo

Comience precalentando el horno a 190 °C y preparando una bandeja para hornear forrándola con papel pergamino o engrasándola ligeramente para evitar que los bocados se peguen.

A continuación, abre la lata de masa de galleta o pizza y sepárala en trozos individuales. Si usas masa de pizza, córtala en cuadritos o porciones pequeñas.

Toma cada trozo de masa y coloca un cubo de queso mozzarella en el centro. Dobla la masa alrededor del queso para sellarlo, formando una bolita.

En un recipiente aparte, derrita la mantequilla en el microondas o en la estufa. Añada el ajo picado y el condimento italiano, revolviendo para integrar.

Coloque las bolas de masa en la bandeja para hornear preparada, asegurándose de que estén ligeramente separadas. Unte generosamente la mezcla de mantequilla y ajo sobre ellas con una brocha de repostería o una cuchara.

Espolvorea el queso parmesano rallado sobre las bolas de masa y luego hornéalas en el horno precalentado durante unos 12 a 15 minutos o hasta que estén doradas y bien cocidas.

Una vez listos, retira los bocados de queso con mantequilla y ajo del horno y decora inmediatamente con perejil fresco picado antes de servir.

Cómo hacer

Empieza reuniendo todos los ingredientes y colocándolos de forma que puedas acceder a ellos fácilmente. Esto agilizará el proceso y hará que armar los bocados sea más rápido.

Si usa masa de galleta, simplemente corte cada galleta en cuartos, lo que le dará porciones de tamaño perfecto para envolver el queso.

Para la masa de pizza, cortarla en cuadrados o trozos pequeños funciona mejor para porciones del tamaño de un bocado.

Los cubos de mozzarella deben ser lo suficientemente pequeños como para que quepan en la masa sin rellenar demasiado. Necesitas el queso justo para que se derrita por dentro y cree ese centro pegajoso y cremoso.

Asegúrese de sellar completamente cada bola de masa para evitar que el queso se escape mientras se hornea.

Apriete firmemente los bordes para asegurarse de que permanezcan intactos durante el proceso de horneado.

Al pincelar las bolas de masa con la mantequilla de ajo, no tengas miedo. Cuanta más mantequilla de ajo apliques, más sabrosos y aromáticos quedarán los bocaditos.

El parmesano le da un toque sabroso a los bocaditos de queso con mantequilla y ajo. Espolvoréalo generosamente para darle ese toque extra de sabor a queso.

Después de hornear, deja que los bocaditos se enfríen unos minutos antes de servir. Esto facilita su manipulación y evita que el queso te queme la boca.

Consejos

Para una versión aún más indulgente, puedes agregar una pequeña cucharada de salsa marinara dentro de la masa junto con el queso mozzarella para obtener un bocado con queso similar a una pizza.

Si no tienes perejil fresco a mano, puedes usar perejil seco o incluso otras hierbas frescas como albahaca u orégano para agregar color y sabor a tus bocados.

Para un toque crujiente y sabroso, prueba a añadir una pizca de hojuelas de pimiento rojo a la mantequilla de ajo derretida antes de untarla sobre la masa. Esto le da a tus bocaditos de queso con mantequilla de ajo un toque picante.

Si quieres ahorrar tiempo, puedes usar mozzarella rallada en lugar de queso en cubos. Solo asegúrate de usar poca cantidad para que se derrita uniformemente en la masa.

Para darle un toque más saludable, pruebe usar masa de galleta integral o masa de pizza en lugar de la masa normal.

Esto le dará a los bocados un sabor ligeramente diferente pero mantendrá la misma textura deliciosa.

Estos bocados son versátiles, por lo que puedes experimentar con diferentes quesos como cheddar o provolone para obtener un perfil de sabor único.

Si quieres hacerlos con antelación, puedes prepararlos hasta el momento de hornearlos.

Cúbrelos con film transparente y refrigéralos unas horas. Cuando estén listos, hornéalos como siempre.

Conclusión

Estos bocados de queso con mantequilla y ajo son un bocadillo simple pero irresistible, perfecto para cualquier reunión o como refrigerio.

Con su centro de queso pegajoso y su exterior crujiente y mantecoso, seguramente serán un éxito entre todos los que los prueben.

Ya sea que se sirvan junto con una comida o se disfruten solos, estos bocados ofrecen el equilibrio perfecto entre sabor y comodidad, lo que los convierte en una receta ideal para cualquier ocasión.

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