Antes de sumergirnos en cómo cultivar albahaca, vale la pena comprender por qué es una excelente opción para principiantes:
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Fácil de cultivar: la albahaca se adapta bien a diferentes condiciones de cultivo y es bastante indulgente.
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Crecimiento rápido: verás un crecimiento visible en cuestión de semanas, lo que te ofrecerá recompensas rápidas.
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Compacto: Ideal para espacios pequeños, incluso un alféizar soleado es suficiente.
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Versátil: Las hojas frescas de albahaca se pueden utilizar en la cocina, en tés y en remedios naturales.
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Resistente a las plagas: el aroma de la albahaca disuade muchas plagas comunes.
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Elegir la variedad adecuada
La albahaca se presenta en diversas variedades. Algunas de las más populares para principiantes incluyen:
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Albahaca dulce: La variedad clásica utilizada en la cocina italiana.
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Albahaca genovesa: Conocida por sus hojas grandes y su sabor fuerte.
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Albahaca tailandesa: tiene un aroma picante parecido al anís, ideal para platos asiáticos.
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Albahaca morada: añade un toque colorido a tu jardín y cocina.
Elija la variedad que más le guste o pruebe algunas para ver cuál crece mejor en su entorno.
Cómo iniciar el cultivo de albahaca a partir de semillas o plántulas
Puedes empezar a cultivar albahaca plantando semillas o comprando plantas jóvenes en un vivero.
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Semillas: Siembre las semillas de albahaca en interiores unas 6 semanas antes de la última helada si vive en climas más fríos. Use bandejas para semillas o macetas pequeñas con sustrato para sembrar. Cubra ligeramente las semillas con tierra y manténgalas húmedas.
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Plántulas: si desea comenzar con ventaja, compre plantas jóvenes de albahaca en un vivero o centro de jardinería y trasplántelas a sus propias macetas o canteros.
Requisitos de suelo y contenedores
La albahaca prefiere un suelo bien drenado, rico en nutrientes y con un pH neutro a ligeramente ácido (6,0 a 7,5).
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Si se cultiva en macetas, utilice una mezcla para macetas de alta calidad.
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Asegúrese de que los contenedores tengan orificios de drenaje para evitar el encharcamiento.
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Elija macetas que tengan al menos 6 a 8 pulgadas de profundidad para favorecer el crecimiento saludable de las raíces.
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Luz y temperatura ideales
La albahaca adora la luz solar. Requiere al menos seis horas diarias de luz solar directa para crecer vigorosamente.
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Coloque las macetas o parterres de jardín en un lugar soleado, como una ventana o un balcón orientado al sur.
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Si la luz natural es limitada, compleméntela con una luz de cultivo.
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La albahaca crece mejor a temperaturas entre 21 °C y 29 °C (70 °F y 85 °F) .
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Proteja las plantas de corrientes de aire frío o cambios bruscos de temperatura.
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