Preparación
Lavá bien las manzanas. Rallá una y media con cáscara y reservá. Cortá la media restante en gajos finos para decorar la base del budín.
Engrasá un molde tipo budinera con manteca o aceite. Espolvoreá con un poco de azúcar y colocá los gajos de manzana en la base.
En un bowl grande, batí los huevos con el azúcar y la esencia de vainilla hasta que la mezcla esté integrada y espumosa.
Agregá la avena y el polvo de hornear. Mezclá con cuchara de madera o batidor manual hasta integrar (no hace falta batidora eléctrica).
Sumá la manzana rallada a la mezcla. Revolvé bien y dejá reposar durante 10 minutos para que la avena absorba parte del líquido.
Volcá la mezcla en el molde, emparejá la superficie con una espátula.
Llevá a horno precalentado a 170 °C. Horneá de 30 a 35 minutos o hasta que al pinchar el centro con un palillo, este salga seco.
Retirá del horno y dejá enfriar unos minutos antes de desmoldar.
Una vez frío, espolvoreá con azúcar impalpable o pincelá con miel tibia para darle brillo (opcional).
Consejos
Para un budín más húmedo, usá una manzana adicional rallada.
Podés agregar nueces, pasas o chips de chocolate a la mezcla.
Si usás azúcar blanca, agregá ralladura de limón para realzar el sabor.
No sobrebatas la mezcla, solo mezclá lo justo.
Se conserva en la heladera hasta 4 días, bien envuelto.
Conclusión
Una receta práctica e ideal para la merienda o el desayuno, que combina lo saludable de la avena con el dulzor natural de la manzana. Una opción casera y deliciosa que vale la pena probar.
ADVERTISEMENT
