1. Derretir el chocolate:
Coloca el chocolate picado en un bol apto para calor y derrítelo a baño maría. Asegúrate de que el agua de la olla no toque el bol, revolviendo constantemente hasta que el chocolate quede suave y brillante.
Si prefieres, puedes derretirlo en el microondas en intervalos de 30 segundos, mezclando bien entre cada pausa para evitar que se queme.
2. Cubrir el maní:
Vierte el maní tostado dentro del chocolate derretido y mezcla con una cuchara o espátula hasta que cada maní quede completamente cubierto de chocolate.
3. Formar los montoncitos:
Con ayuda de una cuchara, toma pequeñas porciones de la mezcla y coloca montoncitos sobre una bandeja forrada con papel manteca. Trata de que sean de tamaño uniforme para que queden prolijos al servir.
4. Dejar enfriar:
Permite que los montoncitos se enfríen a temperatura ambiente hasta que el chocolate se endurezca. Si quieres acelerar el proceso, lleva la bandeja a la heladera durante 20-30 minutos.
5. Listos para disfrutar:
Una vez que el chocolate esté firme, despega con cuidado los montoncitos del papel manteca. Sírvelos en un plato o guárdalos en un recipiente hermético para conservar su frescura.
Un snack para cualquier ocasión
Estos maníes bañados en chocolate son ideales para acompañar el mate, regalar en bolsitas decorativas o simplemente darte un gusto en cualquier momento.
Fáciles de hacer y tan deliciosos que será imposible comer solo uno. ¡Prueba esta receta y conviértete en un experto de los dulces caseros!
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