Preparación
1️⃣ En un bowl grande, mezclá la leche tibia, los huevos, la levadura, el azúcar y la manteca derretida.
Uní bien hasta que todos los ingredientes estén integrados.
2️⃣ Sumá 3 tazas de harina integral, incorporándola en tres partes para facilitar la mezcla.
Revolvé con cuchara de madera o espátula hasta que quede una masa pareja.
3️⃣ Tapá el bowl con un repasador y dejá reposar en un lugar cálido hasta que duplique su volumen (aproximadamente 1 hora, dependiendo de la temperatura ambiente).
4️⃣ Una vez que haya levado, desgasificá la masa revolviéndola suavemente con una espátula.
5️⃣ Agregá la última taza de harina junto con la sal y mezclá hasta que esté todo bien unido.
6️⃣ Engrasá tus manos o usá dos cucharas aceitada y formá bollitos.
Colocalos en una fuente para horno previamente enmantecada o aceitada, dejando un pequeño espacio entre ellos.
7️⃣ Dejalos levar por unos 25 minutos más.
8️⃣ Pincelá la superficie con una yema batida para que queden dorados al hornearse.
9️⃣ Llevá al horno precalentado a 180 °C y cociná por unos 20 minutos o hasta que estén dorados y cocidos por dentro.
Consejos
Podés agregar semillas de chía, lino o girasol a la masa para darle un toque más nutritivo.
Si no tenés harina integral, podés usar mitad blanca y mitad integral.
Se conservan bien en bolsa o tupper por varios días, y también podés freezarlos una vez cocidos.
Este pan integral sin amasar es ideal para quienes buscan una opción rica, saludable y práctica.
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