Preparación
1. Preparar el Almíbar:
En una olla antiadherente, mezclá el azúcar con el agua.
Llevá a fuego medio y remové suavemente hasta que el azúcar se disuelva.
2. Agregar la Manteca:
Incorporá la manteca y mezclá hasta que se derrita e integre bien con el almíbar.
3. Añadir la Leche Condensada:
Sumá la leche condensada, revolviendo constantemente.
Cociná a fuego medio-bajo, sin dejar de mezclar, para evitar que se pegue o queme.
4. Incorporar la Crema de Leche:
Cuando la mezcla esté espesa, agregá la crema de leche.
Seguí revolviendo hasta poder formar un “8” en la mezcla que tarde en desaparecer.
5. Verter en el Molde:
Retirá del fuego y volcá en un molde forrado con papel manteca enmantecado.
Alisá bien la superficie.
6. Enfriar y Cortar:
Dejá enfriar a temperatura ambiente. No refrigerar, ya que se endurece demasiado.
Una vez firme, cortá en cubos con un cuchillo filoso.
7. Guardado:
Envolvé cada caluga en papel manteca o guardalas en un frasco hermético.
Consejos
Usá una olla de fondo grueso para evitar que se queme.
No dejes de revolver durante toda la cocción para lograr una textura lisa.
Podés añadir una pizca de sal o esencia de vainilla para un toque extra.
También podés agregar nueces picadas o coco rallado al molde.
Conservá en frasco hermético en lugar fresco y seco, dura hasta una semana.
Para cortes prolijos, mojá el cuchillo con agua caliente antes de cortar.
Conclusión
Una receta ideal para darte un gusto dulce en casa y sorprender a todos con un clásico que nunca falla.
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