Preparación
Asegurate de que la crema de leche esté bien fría antes de empezar, ya que esto va a ayudar a que la mezcla monte mejor y adquiera una textura más firme.
Colocá todos los ingredientes en un bol grande: la leche condensada, la crema de leche, la leche de coco, la leche en polvo y el emulsionante.
Con una batidora eléctrica, batí a velocidad alta durante varios minutos. La mezcla va a empezar a espesar y tomar cuerpo rápidamente gracias al emulsionante.
Continuá batiendo hasta que consigas una crema aireada, firme y sin grumos. Esto puede tardar entre 5 y 7 minutos, dependiendo de la potencia de la batidora.
Una vez lista, usala de inmediato para rellenar o decorar tortas, piononos, bizcochuelos o postres en vasito.
Si no vas a usarla al momento, guardala en la heladera bien tapada para mantener su frescura y consistencia.
Podés conservarla refrigerada por hasta 3 días sin problemas, siempre que esté bien cerrada y lejos de olores fuertes.
Consejos
Si querés darle un toque de sabor extra, podés agregar una cucharadita de esencia de vainilla o coco.
Para una versión más firme, ideal para tortas de varias capas, sumale ½ taza de queso crema firme.
Este relleno también va perfecto con piononos dulces o para armar vasitos de postre con frutas y galletitas.
Si no conseguís emulsionante, podés reemplazarlo con gelatina sin sabor hidratada y tibia, aunque la textura no será tan aireada.
Al batir, asegurate de no pasarte para que no se corte; una vez que alcanza buena firmeza, es momento de frenar.
Una receta práctica, rápida y súper sabrosa. Este relleno de cuatro leches te va a salvar más de una vez si querés lucirte con algo casero y distinto.
Ideal para quienes buscan algo fácil pero con sabor a pastelería profesional.
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