1️⃣ Activar la levadura:
Disolvé la levadura en media taza de agua tibia con una cucharada de harina y el azúcar. Mezclá bien y dejá reposar de 10 a 15 minutos, hasta que espume.
(Si usás levadura seca, hacé el mismo procedimiento.)
2️⃣ Formar la masa:
En un bol grande, colocá la harina y hacé un hueco en el centro.
Verté allí el aceite y la levadura fermentada.
Agregá la sal por los bordes de la harina para que no toque directamente la levadura.
3️⃣ Amasar:
De a poco, integrá todos los ingredientes mientras agregás el resto del agua tibia.
Mezclá con las manos hasta formar una masa suave y algo blanda.
Amasá de 8 a 10 minutos hasta que quede lisa y elástica.
4️⃣ Leudar:
Tapá la masa con un repasador limpio y dejá levar en un lugar cálido unos 30 minutos, hasta que duplique su volumen.
5️⃣ Formar las prepizzas:
Dividí la masa en 5 bollos iguales.
Engrasá con un poco de aceite cada pizzera y también tus manos.
Estirá cada bollo hasta darle forma de prepizza de aproximadamente 25 cm de diámetro.
6️⃣ Reposo y cocción:
Dejá reposar las prepizzas ya estiradas unos 10 minutos más.
Si querés, pincelalas con salsa de tomate (o dejalas sin salsa).
Horneá en horno precalentado a 190 °C durante 10–12 minutos, hasta que la base esté apenas dorada pero no completamente cocida (después terminarás la cocción cuando armes la pizza con tus ingredientes).
💡 Consejos
✅ Para congelar:
Dejá enfriar las prepizzas ya cocidas y separalas con papel manteca o separadores. Guardalas en bolsas aptas para freezer.
✅ Para usar:
Sacalas del freezer, agregá salsa y toppings, y horneá directamente sin descongelar.
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