Paso a paso: Cómo hacerlo
Preparar el pescado y la bolsa
Colocá el pescado dentro de la bolsa, de forma que quede espacio para maniobrar. Esto va a contener las escamas y evitar que se dispersen.
Raspar las escamas
Sujetá el pescado con una mano (por fuera de la bolsa) y con la otra usá la cuchara para raspar desde la cola hacia la cabeza.
La curvatura de la cuchara ayuda a desprender las escamas sin dañar la piel ni correr riesgo de cortes.
Eliminar el moco
Aún dentro de la bolsa, raspá la superficie para quitar el moco que genera ese típico olor fuerte.
Luego lavá el pescado con agua tibia para terminar de limpiarlo.
Hacer la limpieza interna
Usá la cuchara para quitar las branquias y la membrana negra del vientre.
Esta membrana suele guardar grasa y otras sustancias que generan mal olor.
Corte final para dejarlo listo
Podés recortar las aletas y la cola con tijera o cuchillo.
También es recomendable retirar los dientes de la cabeza del pescado, ya que pueden retener olores desagradables.
Ventajas de esta técnica
No hacés enchastre: Las escamas quedan contenidas dentro de la bolsa.
Es más seguro: Evitás el uso del cuchillo y posibles cortes.
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