Preparación:
Cortá los plátanos en rodajas.
Colocalos en una licuadora.
Añadí la leche, la crema y el azúcar.
Licuá todo bien hasta obtener una mezcla homogénea. Probá y ajustá el azúcar si es necesario.
Verté la mezcla en una heladera (máquina de helados) y dejá que se congele.
Una vez listo, pasalo a un recipiente apto para el congelador (como un Tupper).
Guardá en el congelador por al menos 15 minutos o hasta el momento de servir.
Consejo:
Si no tenés heladera, podés colocar la mezcla directamente en un recipiente apto para congelador, y removerla cada 30 minutos durante unas 2–3 horas para romper los cristales de hielo y mantener una textura cremosa.
¡Disfrutá de tu cremoso y naturalmente dulce helado de plátano casero, un postre saludable y delicioso para cualquier ocasión!
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