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Mejor Receta de Chicharrones

Los chicharrones son un platillo clásico de la cocina mexicana y de otras culturas latinoamericanas. Se preparan con la piel del cerdo, que se cocina hasta volverse crujiente y dorada. Aunque los chicharrones tradicionales se hacen con la piel del cerdo, también se pueden hacer versiones con carne, como los chicharrones de pollo.

En México, los chicharrones se disfrutan de muchas formas: como botana, en tacos, en sopas o incluso como parte de guisos y tamales. La técnica básica es freír la piel del cerdo hasta que se ponga crujiente y deliciosa. La historia de este platillo está llena de sabor y tradición, ¡y ahora puedes hacerlo en casa!

Ingredientes para los Chicharrones

Para hacer chicharrones caseros, necesitarás:

500 g de piel de cerdo (puedes pedirla en tu carnicería o comprarla ya preparada)

1 cucharadita de sal (o al gusto)

1 cucharadita de ajo en polvo (opcional, para darle más sabor)

1 cucharadita de pimienta (opcional)

Aceite para freír (suficiente para cubrir la piel del cerdo)

Jugo de limón (opcional, para servir)

Salsa picante (opcional, para acompañar)

Preparación Paso a Paso

Preparar la piel del cerdo:

Si estás utilizando piel de cerdo cruda, asegúrate de limpiarla bien. Si la compraste ya preparada y lista para freír, este paso no es necesario. Si es necesario, raspa la parte de la grasa de la piel de cerdo. La piel debe estar limpia y sin pelos.

Cortar la piel de cerdo:

Corta la piel de cerdo en trozos pequeños o rectángulos (de unos 5-7 cm de tamaño). Si prefieres chicharrones más grandes, puedes hacer los trozos más grandes.

Cocinar la piel del cerdo:

En una sartén grande y honda, pon a calentar aceite suficiente para cubrir los trozos de piel de cerdo.

Agrega los trozos de piel de cerdo al aceite caliente. Fríe los chicharrones a fuego medio-alto, moviéndolos ocasionalmente para que se cocinen de manera uniforme.

Los chicharrones comenzarán a inflarse y volverse crujientes. Esto puede tomar de 15 a 25 minutos, dependiendo del tamaño de los trozos y la temperatura del aceite.

Es importante no dejar de moverlos para evitar que se quemen y asegurar que se frían de manera uniforme.

Escurrir el exceso de grasa:

Una vez que los chicharrones estén dorados y crujientes, retíralos del aceite con una espumadera y colócalos sobre un plato con papel absorbente para quitar el exceso de grasa.

Sazonar los chicharrones:

Mientras los chicharrones todavía estén calientes, espolvorea con sal, ajo en polvo y pimienta al gusto. Si te gusta un toque más picante, puedes añadir un poco de chile en polvo.

Servir:

¡Ya está listo! Sirve los chicharrones en un plato y acompáñalos con limón y salsa picante al gusto. También puedes disfrutarlos en tacos, como parte de un guiso o con una buena cerveza fría.

Valor Nutricional Aproximado (por porción)

 

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