¿Por qué secar las cáscaras al sol?
El calor del sol deshidrata las cáscaras de manera natural, conservando sus aceites esenciales y propiedades terapéuticas.
Evita la formación de moho y prolonga su vida útil, facilitando su almacenamiento y uso posterior.
Al secarse, su aroma cítrico se intensifica, ideal para perfumar ambientes y preparar remedios caseros.
Es una alternativa ecológica que ayuda a reducir desperdicios y aprovechar recursos naturales.
Usos prácticos de las cáscaras secas de mandarina
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