Instrucciones:
Vierte la crema espesa en el tazón de la batidora de pedestal o en un tazón grande si se usa una batidora de mano.
Monta la crema: Ajusta la batidora a velocidad media-alta. La crema se convertirá primero en crema batida. Continúa batiendo la crema hasta que se separe en mantequilla y suero de leche. Este proceso suele tardar de 5 a 10 minutos.
Separa la mantequilla del suero de leche. Una vez que la mantequilla y el suero de leche se hayan separado, desecha el suero de leche (¡puedes usarlo para hornear o cocinar!).
Lava la mantequilla: Para eliminar cualquier resto de suero de leche, enjuaga la mantequilla con agua fría. Presiona la mantequilla con una espátula o con las manos y retira la mayor cantidad de líquido posible. Este es un paso muy importante para que la mantequilla dure más.
Sazonar y conservar: Si lo deseas, espolvorea un poco de sal sobre la mantequilla y mézclala bien. Transfiere la mantequilla a un recipiente nuevo o dale forma con papel vegetal. Guárdala en el refrigerador.
Consejos para obtener mejores resultados
Elige una buena crema. Cuanto mejor sea la calidad, mejor será la mantequilla. La crema orgánica o de animales alimentados con pasto tiene mejor sabor y es la opción más saludable.
Crema a temperatura ambiente: Deja que la crema se entibie un poco antes de usarla. Esto acelera el proceso de elaboración de la mantequilla.
Realza el sabor: Para que la mantequilla sea más deliciosa, puedes agregar hierbas, ajo o miel para darle un toque gourmet.
Reflexiones finales
Hacer tu propia mantequilla en casa es una actividad fácil y divertida que te proporcionará una mantequilla deliciosa y fresca. Con un solo ingrediente, puedes crear una alternativa más saludable y deliciosa a la mantequilla comprada. Prueba esta sencilla receta y disfruta de una deliciosa mantequilla casera en tus tostadas, en tus recetas o como un capricho especial. ¡Feliz elaboración de mantequilla!
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