Preparación
1. Preparar la base de avena:
Coloca la avena en un recipiente y cúbrela con agua tibia. Déjala reposar unos 10 minutos para que se ablande.
2. Mezclar con huevo y queso:
Escurre la avena si es necesario y mézclala con el huevo y una parte del queso rallado.
3. Ajustar la sazón:
Añade sal, orégano, pimienta y ajo en polvo para potenciar el sabor. Puedes experimentar con otras hierbas como albahaca o tomillo.
4. Cocinar la base:
Vierte la mezcla en una sartén antiadherente o sobre papel de hornear y dale forma de “pizza”. Cocina a fuego medio hasta que la base esté dorada y firme, aproximadamente 10-12 minutos por cada lado.
5. Agregar queso adicional:
Una vez cocida, espolvorea el resto del queso sobre la base y calienta nuevamente hasta que se derrita.
Consejos adicionales
Añade verduras: Puedes incorporar vegetales como espinacas, champiñones, pimientos o tomates cherry. Además de agregar color y sabor, estos vegetales son ricos en antioxidantes y fibra.
Opta por toppings saludables: Usa rebanadas de aguacate o aceitunas negras para aumentar el aporte de grasas saludables. También puedes espolvorear semillas de chía o linaza.
Varía el queso: Aunque el queso bajo en grasa es una excelente opción, también podrías probar quesos fermentados en pequeñas cantidades, como el feta, que añade un toque ácido.
Usa aceite de oliva virgen extra: Un chorrito al final de la cocción potencia el sabor y aumenta los beneficios antioxidantes.
Experimenta con la textura: Si prefieres una textura más crujiente, cocina la base en el horno a 180°C durante unos 15-20 minutos.
Una alternativa nutritiva y deliciosa
Esta receta es una excelente opción para quienes desean disfrutar de algo similar a la pizza pero con un perfil nutricional más saludable, destacando la fibra de la avena y el calcio del queso.
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