Este relleno es una bomba cremosa que transforma cualquier postre en algo inolvidable.
Su textura esponjosa y su sabor equilibrado entre dulce y lácteo lo convierten en una opción perfecta para tortas frías, postres de cuchara o como cobertura suave y brillante.
Se prepara en minutos y el resultado es digno de pastelería profesional.
Ingredientes
1 lata de leche condensada
1 lata de crema de leche bien fría (nata)
1 medida de leche de coco (usá la misma lata de la crema como referencia)
1 medida de leche en polvo (misma cantidad que la leche de coco)
2 cucharadas de emulsionante para repostería
Preparación
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